Las trompetas flotan encima de la acera. Se tocan a si mismas, sus teclas apretadas y soltadas como si estuvieron manipuladas por hombres. Barajan, se balancean, al ritmo de su propia melodía. Están en un calle estadounidense. Las fachadas de las tiendas están pintadas chillonamente, sus ventanas llenas de lata plateadas. Mientras que se mueven, el reflecto del sol baila encima del superficie de cada instrumento. Siguen en una cola por la calle. Al ver los, los compradores desvian violentamente, lanzando sus bolsas llenas de compras en un circulo aldredor de sus propios cuerpos. Es como si fueran bailarinas en disfruz, aprovechando de las rebajas, o paseos en un parque temático. Una mujer, un cisne blanco. Un hombre, un helter-skelter. Mientras tanto, una voz feminil suena encima de todo, como si fuera un coro de campanas del cielo: "Get UP to yer seat." Y así son los primeros cinco segundos de la canción. : )
The trumpets float above the pavement. They play themselves, their keys pressed and released as though manipulated by men. They shuffle, they swing, to the rhythm of their own melody. They're in an American high street. The facades of the shops are painted in shrill colours, their windows full of silver cans. While they move, the sun's reflection dances over the surface of each instrument. They continue in a line down the street. On seeing them, the shoppers swerve violently, launching their full shopping bags in a circle around their own bodies. It's like they were ballerinas in costume, making the most of the sales, or theme park rides. A woman, a white swan. A man, a helter-skelter. While this is going on, a feminine voice rings over everything, like a chorus of bells from heaven: "Get UP to yer seat." And so go the first five seconds of the song. : )